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World Wildlife Fund for Nature (WWF) es una ONG ecologista creada en 1961. En 1968 nació en España la Asociación para la Defensa de la Naturaleza (Adena), muy vinculada con la creación del Parque Nacional de Doñana. Posteriormente, ambas organizaciones se unieron, pasándose a llamar primero Adena/WWF y finalmente, en 2009, WWF, que actualmente cuenta con más de 100 países miembros en todo el mundo. Mar Asunción Higueras, responsable del Programa Cambio Climático de WWF España, nos recibió en su sede de Madrid.

¿Cómo crees que está afectando la crisis al cambio climático?, porque muchos pensaban que iba a ser un punto de inflexión para replantearnos el sistema económico actual…
Pensamos que podría ser una oportunidad para cambiar el modelo, porque la crisis ambiental y la económica no son más que las dos caras de una misma moneda, un modelo de desarrollo insostenible. Pero estamos viendo que las soluciones que se están aplicando para la crisis son del mismo tipo del que las ha causado y estamos perdiendo esta oportunidad. No somos conscientes de que la crisis ambiental a la que nos enfrentamos es más grave que la crisis económica, con consecuencias ecológicas, económicas y sociales de gran envergadura.

Se lanzan continuamente campañas a los ciudadanos para producir ahorro energético. ¿Realmente es importante el impacto del ciudadano frente a la industria, las administraciones y las grandes riquezas?
El ciudadano tiene un papel muy importante, no sólo por el ahorro que puede ejercer como individuo, sino por su capacidad de votantes y consumidores. Si elegimos productos de empresas que son más respetuosas con el medio ambiente, y a la hora de votar vemos los programas electorales, y votamos aquellos partidos que nos ofrecen unas condiciones más aceptables, no sólo a corto plazo, sino a medio plazo, para nuestros hijos y el medio ambiente, estamos apoyando un sistema más sostenible. Es importante también el papel del ciudadano individual ahorrando en su casa, porque así tendremos la fuerza moral para exigir que los demás también cumplan su parte.

¿Los gobiernos están realmente preocupados por el cambio climático o es una estrategia para captar votos?
Los gobiernos dicen que sí están preocupados y hay que tomar medidas, pero luego a la hora de la verdad, vemos como en la última cumbre de Copenhague que no están a la altura de lo que esperábamos los ciudadanos. El cambio climático es un problema global que ya está afectando a algunos países y que, paradójicamente, son los menos responsables, los países africanos y los pequeños estados isleños. Sin embargo, los gobiernos no dan importancia a esto y sólo oyen las voces de los grandes lobbies industriales y petrolíferos que presionan para no afrontar las medidas urgentes. Ni EEUU ni la UE, que en el pasado lideró la lucha contra el cambio climático y que ahora está más cauta, están por la labor, con la excusa de la crisis económica. Esperemos que en la próxima cumbre de Cancún en noviembre se consiga lo que no se hizo en Copenhague.

¿España cumple su compromiso adquirido con el Protocolo de Kyoto?
Nos comprometimos a que en el año 2012 nuestras emisiones no superaran el 15% de las emisiones que existían en 1990. En la actualidad estamos cerca de un 30%. El objetivo que nuestro país contempla para el 2020 es menos ambicioso del objetivo para el 2012 y esto es absolutamente impresentable para un país desarrollado como España. Porque somos líderes en energías renovables y por tanto estamos posicionados adecuadamente para luchar contra el cambio climático. Por eso nosotros no dejamos de presionar al gobierno, para que aumente el nivel de ambición y lance el mensaje adecuado a los sectores industriales.

¿Qué postura mantiene WWF con los diferentes gobiernos, es dialogante o más radical?
Creemos que los que son el problema son parte de la solución y por lo tanto nuestra estrategia es primero dialogante, tanto con los sectores industriales como con el gobierno. Se supone que estamos en una lucha común contra el cambio climático y cuando no vemos esta actitud, optamos por una postura mucho más reivindicativa. En el tema dialogante nosotros somos propositivos, hemos elaborado, con otros grupos y partidos políticos, proposiciones de ley tanto para la eficiencia energética, como para la movilidad y la fiscalidad verde. Las hemos presentado en el congreso de los diputados, no ya para que las firmen automáticamente, sino para que se inspiren y confeccionen un marco regulatorio vinculante, unas leyes. Ahora mismo sólo hay estrategias propositivas, que las pueden coger o no coger.

¿Con qué ingresos se financia WWF? ¿Reciben subvenciones?
Tenemos una base de financiación bastante amplia como para no tener que depender de nadie. Por un lado contamos con los socios y las donaciones. Y por otro presentamos proyectos y campañas a la UE, al gobierno, a las comunidades autónomas y a algunas empresas. Recibimos subvenciones para financiar proyectos concretos, un producto que les estamos ofreciendo, como por ejemplo un proyecto de especies, pero esto no hace que nos veamos obligados a defender las posiciones de ningún gobierno.

¿Por qué para frenar el cambio climático no se despliegan campañas tan potentes como para un mundial de fútbol, con anuncios en TV, radio, prensa, en los informativos…?
Porque lo que nosotros estamos propugnando va en contra de la inercia del sistema. En la cumbre de Copenhague se tenían que establecer unas reducciones suficientemente ambiciosas que fueran justas y vinculantes. Los que financian las grandes campañas no están interesados en financiar que haya un cambio de modelo porque a ellos, los que tienen el capital, les está yendo muy bien con este modelo, y los que están sufriendo las consecuencias del cambio climático, los países más pobres, no tienen dinero para financiar campañas, ni si quiera para mantenerse a sí mismos.

Gastarse más dinero en comprar productos ecológicos, o renovar el coche o la lavadora vieja, supone quizás hacer horas extras, producir más, y producir más contamina más. ¿Dónde está el punto de equilibrio?
La primera premisa es comprar estrictamente lo que necesitamos. Si por ejemplo nos vamos a comprar un coche, ver si realmente lo necesitamos, porque quizás la movilidad la podemos tener con transporte público, con bicicleta, etc. Si necesito comprar un coche, mirar en el mercado cuál emite menos, sobre todo no compres un 4x4 si estás en Madrid, no tiene sentido porque consume más, ocupa más. Intenta elegir un coche pequeño y que emita menos, que también te gasta menos. Son las tres erres famosas, "Reduce, Reutiliza y Recicla". En el tema de productos ecológicos, en el tema agrícola, es verdad que los productos son más caros, pero serán mucho mejor para tu salud y para el medio ambiente por su laboreo artesano, con menos contaminantes, abonos, pesticidas, etc. Cada persona que valore que no por comprar más cosas vas a ser más feliz.

¿En qué campañas urgentes está volcada WWF en la actualidad?
El tema de eficiencia energética nos parece que es fundamental. España tiene un potencial enorme, ya que puede producir lo mismo con mucha menos energía. Ahora vamos a tener un seminario sobre rehabilitación de viviendas, porque la vivienda es uno de los sectores que más emite por la construcción, si por ejemplo está mal aislado, si no se ha contemplado el tema de energías renovables desde el principio, etc. Estamos trabajando con los constructores, con los arquitectos, con el gobierno, para que incluya criterios ahorrativos. Trabajamos a nivel legislativo tanto en la EU, con las directrices europeas, como con su transposición a España de los códigos técnicos de edificación, etc. Luego, con las empresas tenemos un proyecto a nivel internacional, en el cual buscamos empresas pioneras que se comprometan a un ahorro de energía y de emisiones de CO2, ellas tienen que hacer unas auditorías, unos seguimientos y mostrar que es posible hacerlo. También hemos promovido una coalición llamada Coalición Clima, con unas 30 organizaciones de consumidores, sindicatos, de desarrollo, etc., con visiones muy diferentes para unir sinergias y así poder impulsar proposiciones de ley. Y por último, a nivel de cumbres internacionales, tenemos un equipo para presionar y obtener unos resultados lo mejor posibles.

"La hora del planeta", "El apagón de luz", salió de vosotros y ha sido un éxito masivo. ¿Cómo surgió?
Nació en Australia, en Sydney, y tuvo tanto éxito que se decidió al año siguiente ampliar a mas ciudades, y al año siguiente ya se extendió por todo el mundo. Nosotros llevamos 2 años participando. No es una campaña muy ambiciosa en cuanto a objetivos, pero sí en la que todos pueden participar, es una entrada para luego trabajar con distintos colectivos de una manera mas profunda.

¿Qué recomendarías al ciudadano de a pie para contribuir a frenar el cambio climático?
Que consuma de una forma más racional, lo que necesite. Después, que apueste por productos más sostenibles ecológica y socialmente. En el transporte, cuanto menos consumamos, menos emisiones. En nuestras casas el tema de los stand bye, que al final suponen un consumo importante. Consumir electrodomésticos de clase A, (tenemos en nuestra web una campaña donde recomendamos qué tipo de modelo y marca). Y por supuesto, que participen en campañas de presión y denuncia. Ahora sacaremos campañas para la cumbre de Cancún. Y a la hora de consumir productos, que pidamos por ejemplo a las empresas eléctricas que produzcan electricidad verde, que ya pueden hacerlo y sin embargo siguen con el carbón. Que cada persona se informe bien y actúe.

¿El cine tiene algún poder para fomentar hábitos y actitudes más humanitarias y ecológicas?
El cine tiene un potencial enorme porque es el modelo al que siguen muchas personas, creamos patrones prescriptores. Si en las películas normales salieran buenos hábitos, sería una excelente campaña de sensibilización.

¿La gente con cierta popularidad tiene una mayor responsabilidad a la hora de transmitir valores respetuosos con nuestro entorno?
Las estrellas son personas como todos y los habrá responsables y otros que no, pero para nosotros son personas prescriptoras. Con nosotros estuvo Almodóvar apadrinando la campaña La hora del planeta. El mismo mensaje que nosotros decimos no llega igual que si lo dice Almodóvar. Agradecemos la colaboración de las personas famosas porque nos facilitan la labor para la protección de nuestra casa común, que es la Tierra.