inicio > entrevista al lama Thubten Wangchen
 
 
 


Hace 50 años, en agosto de 1959, el Tíbet fue invadido por la República Comunista China. Desde entonces, para los tibetanos empezó un genocidio humano y cultural que llega hasta nuestros días. En la actualidad, el Tíbet no está reconocido como país independiente, sino como región autónoma de su país invasor.

El Lama Wangchen es el actual embajador del Tíbet en España. Este hombre tuvo que abandonar el Tíbet con 4 años de edad. Sobrevivió al exilio mendigando por las calles de Katmandú hasta ingresar en la escuela para refugiados del Dalai Lama en la India, donde estudió su lengua, cultura, historia, arte y filosofía budista, así como inglés e hindi. A los 16 años entró en su monasterio privado en Dharamsala, ciudad sede del gobierno tibetano en el exilio. Desde 1981 reside en Barcelona, siendo el director de la Casa del Tíbet; donde difunde la cultura tibetana, la solidaridad y la cooperación desde el exilio. Recientemente, Wangchen ha abierto una querella en la Audiencia Nacional contra la República Popular China. Se trata sin duda de un personaje valiente y emblemático, y para nosotros es un gran orgullo poder contar, por segundo año consecutivo, con su presencia en el FESCIGU. Entrevistamos a Wangchen unas semanas antes de la celebración del festival, y traemos a estas páginas parte de sus palabras.

Existen 600.000 soldados chinos en el Tíbet, así como 6.000.000 de colonos. Desde 1959 han muerto o desaparecido 1,2 millones de tibetanos, ¿aún así cree que la forma de luchar del pueblo tibetano sirve para algo?
China es una gran potencia; dispone de armas, tanques y bombas. Por ello, nadie puede pasar desapercibido ante la barbaridad que este gigante asiático está haciendo con el Tíbet. En consecuencia, el pueblo tibetano se tiene que rendir, y utilizar el mensaje de no violencia y de lucha por la paz de Gandhi y el Dalai Lama.

¿Hacia dónde va la lucha del pueblo tibetano? ¿Hay esperanza de cambio?
Sí, estamos luchando constantemente, pero todos los países del mundo moderno están a favor del gobierno chino. Todos andan detrás del mercado “made in China” y de su demografía, olvidando las torturas, las persecuciones y las violaciones de los derechos humanos. Es cierto que hay parte del mundo que está a favor del Tíbet, pero es una minoría, ya que el mercado se impone, haciendo que avancemos muy despacio.

¿Cómo han visto que durante las recientes visitas del Dalai a Taiwán y Suiza no haya sido recibido por los ministros oficiales?
Esto pasa muy a menudo. El Dalai Lama ha venido varias veces a España, y ningún presidente ha querido comprometerse y recibirle. Nos duele mucho, pero el Dalai no quiere molestar, ni causar problemas a los gobiernos, ya que sabe la presión que China ejerce. Sin embargo, China no es la solución de ningún país, sino todo lo contrario; lo único que puede hacer es complicar más la situación de crisis, tirando los precios del mercado y cerrando nuestras propias fábricas al no poder competir. Pero nos resulta muy alentador gestos valientes como el del presidente de la república francesa, Nicolás Sarkozy, que recibió al Dalai Lama.

¿Obama va a recibir al Dalai Lama?
Ya anteriormente George W. Bush le recibió. Ahora está previsto que para finales de este mes se realice otra visita a EEUU. De momento está confirmado por el presidente Obama; esperemos que se haga realidad.

¿Ha cambiado algo en Tíbet desde las revueltas sangrientas de marzo de 2008, con 6.000 personas desaparecidas, y las olimpiadas de Pekín?
Nos ilusionamos con las olimpiadas porque creímos que la comunidad internacional estaba empezando a presionar más a China con los derechos humanos, pero, a la hora de la verdad, no ha cambiado nada. Actualmente sigue la misma persecución y tortura hacia el pueblo tibetano, y la continua descalificación del gobierno chino al Dalai Lama. Si en China existe control y represión, en el Tíbet muchísimo más. En todas las calles y plazas importantes hay cámaras de vigilancia grabando a los turistas que hablan con tibetanos, y también hay limitaciones de movimiento muy severas, incluso en la misma ciudad. Pero el mayor control, invasión y destrucción se está llevando a cabo por los colonos chinos. En la actualidad, conviven 8.000.000 de chinos y 6.000.000 de tibetanos. A esto ha contribuido la construcción de la vía férrea que une a China con el Tíbet. Nos dicen que el tren a Lasha sirve para alcanzar el progreso, pero es mentira; es un tren que sólo viene desde China, pagando el doble de salario a los que se asienten en nuestro país. Con ello, lo que consiguen es llenar el país de bares, prostitución, criminalidad y contaminación.

¿Qué tiene Tíbet que interesa tanto a China?
La gente cree que Tíbet es un pequeño y pobre país entre montañas, pero el Tíbet, aunque no tenga centros comerciales o El Corte Inglés, tiene una superficie como cuatro veces España y en el mapa de China ocupa el 25% de su extensión. Además, poseemos muchísima riqueza, grandes ríos, extensos bosques madereros, minas de cobre, bronce, oro, y muchísimo uranio. China lo está explotando sin consideración, y contaminado ríos y lagos.

Nuestra Audiencia Nacional admitió una querella presentada por ustedes contra ocho dirigentes chinos por presunto delito de crímenes de lesa humanidad, por dirigir el 10 de marzo del año pasado un ataque “generalizado y sistemático contra la población tibetana”. ¿Han declarado por fin los imputados?
En el mes de junio, China se endureció con el gobierno español para conseguir que no se continuase con los interrogatorios del juez Pedraz. Anteriormente, habían declarado ya tibetanos torturados en 2008; fue un momento histórico para el Tíbet, para la justicia y para España. Pero el pasado mes de julio el Congreso ha aprobado una limitación del Principio de Jurisdicción Internacional, que prohíbe la continuación de la querella. Es muy triste, porque el gobierno español muestra su debilidad, su miedo y su dependencia. Hasta ahora, la justicia española podía abrir procedimientos judiciales en cualquier país donde se violasen los derechos humanos; pero ahora las cosas están cambiando. La única esperanza que nos queda es por la existencia de algunos jueces que quieren seguir con los casos abiertos contra la tortura, es decir, los casos anteriores a esa limitación. No hay que olvidar que, además, España tenía también otros casos abiertos como Guantánamo o Israel.

¿Usted votó en las elecciones de 2001?
Sí, claro. Al año siguiente de la invasión, el Dalai Lama ofreció un gobierno democrático a los tibetanos. Hace 50 años, en 1960, se constituyó en Daransala, India, un parlamento con ministros, integrado por mujeres y hombres laicos y por monjes. El Tíbet, aunque sea una autonomía, está aprendiendo a funcionar como una democracia.

¿Se sabe algo del director de cine Dhondup Wangchen que fue encarcelado hace 16 meses, con hepatitis B, sólo visitado una vez por su abogado, y que se afirma que está siendo torturado? ¿Ha salido ya el juicio?
China no hace juicios, por ello, seguimos haciendo campaña desde el exilio. Él sólo realizó un documental con entrevistas a gente corriente, nada político. Igual que él, hay mucha gente de la cultura encarcelada; escritores, pensadores, periodistas, monjes… Incluso, desde los 6 años tienen preso a la segunda personalidad del Tíbet, después del Dalai Lama, designado por éste en 1995 como sucesor y reencarnación de Panchen Lama. Nadie sabe de él, si está vivo o muerto, de eso hace ya 18 años. Aun así, China sigue diciendo al mundo que existe libertad de expresión y de movimiento.

Vamos a proyectar en el FESCIGU el documental Fuego bajo la nieve. ¿Por qué nos recomendó esta película?
Porque conozco personalmente al monje protagonista. Estuvo 23 años en la cárcel sufriendo mucho, pero su alma es muy fuerte, y sobrevivió a la tortura. Le tengo mucho respeto. Vino en perdona a estrenar la película en Barcelona. Es un documental vivido en su carne, explicado por él mismo. La gente piensa que los monjes tienen que meditar y callar, pero él, y yo también, opinamos que los monjes debemos abrir la boca para decir la verdad de lo que pasa en el mundo.

¿Usted dirigió el Lama Proyect durante 3 años?
Sí, son documentales que rescatan las tradiciones de lamas ancianos. Ahora siguen otros monjes con el proyecto, y está archivado en la India, en Daramasala. Para trasmitir la violación de los derechos, busco cualquier medio para inspirarme como la fotografía, el cine, los documentales, o como vuestro festival de cine.

¿Qué le gusta del pueblo español?
La mezcla que tiene entre la India y Alemania, España está en medio. La gente es buena, relajada, tranquila, sabe comer bien, y siempre dicen “mejor mañana”.

¿Qué le desagrada de España?
Los toros. A los tibetanos la tauromaquia no nos gusta, pero como a muchos españoles.

¿Anima a que la gente viaje a Tíbet?
Sí. El Dalai quiere que la gente viaje al Tíbet si su economía se lo permite; pero tienen que ir sin prejuicios, y mirando con sus propios ojos, captando si hay tensiones, controles, o sufrimiento. En definitiva, que primero observen y luego cuenten. Pero acceder al Tíbet es difícil, ya que hay muchas partes del país cerradas a los extranjeros y es complicado conseguir el visado.

¿Qué podemos hacer los ciudadanos de a pie para ayudar al Tíbet?
Nunca ser fanáticos del Tíbet, no es sano. Pero se puede ayudar a nivel moral, concienciando y explicando a sus amigos o familia el sufrimiento del Tíbet, la invasión. Para ello, hay que informarse de lo que ocurre de verdad, porque ningún gobierno ni televisión dicen la verdad. En China, incluso, se bloquean páginas enteras para que los jóvenes no despierten. Es importante investigar, informarse bien para no olvidar al Tíbet. Y, sobre todo, buscar la paz individual.

Para saber más sobre la actualidad en Tibet:
www.casadeltibetbcn.org
http://noticias.terra.es/espana/2009/0628/
www.rtve.es/noticias/20090314/tibet